jueves, 9 de diciembre de 2010

JUICIO BASE NAVAL I - Decimoquinta audiencia 02/11/10

“A Liliana la tiraron al mar”
En una nueva audiencia del juicio que se le sigue a los represores de la Base Naval de Mar del Plata prestó declaración María Inés Iorio, cuya hermana Liliana fue secuestrada en septiembre del ’76 en ese centro clandestino de detención y posteriormente desaparecida. Por esos días ella realizaba un curso de buceo a partir de un convenio que la Universidad Nacional de la ciudad tenía con la Marina.
En ese contexto fue interrogada en tres oportunidades por personal de la Base sobre la actividad de su hermana mayor que ya había sido detenida, razón por la cual dijo sentir temor, sumado a que en el último día del curso recibió un llamado telefónico adjudicado por la Concentración Nacionalista Universitaria (CNU)  amenazando que “sabemos en lo que estás, te vamos a matar”.
María Inés Iorio contó que en una oportunidad, su amigo y compañero de cursada Pablo Arias “vio (en la Base Naval) un camión del que bajaban gente atada y encapuchada, apuntándolos con armas”.
La peor noticia
También prestó declaración su madre María Magdalena Eliceche de Iorio que narró como el cura José Luis Murueta de la iglesia Pompeya, con quien tenía muy buena relación familiar, le dijo que “a Liliana la tiraron al mar”. El clérigo había averiguado ante el vicealmirante Luis Mendía, de Bahía Blanca, sobre el paradero de la joven y obtuvo esa respuesta, según contó la testigo ante el tribunal.
Junto con su esposo realizó un hábeas corpus y varias gestiones ante el Ministerio del Interior en Capital Federal para conocer el paradero de su hija desaparecida pero no obtuvo respuesta alguna.
Además declaró un ex odontólogo de enfermería de la Base Naval, Gustavo Adolfo Hoffman, que confirmó la existencia de personas detenidas. “Vi a 10 o 12 personas en un semicírculo, sentadas en sillas, con capuchas que cada una tenía un número”, contó que así descubrió, durante un noche en la que le tocó realizar una guardia, que había secuestrados.
A esto agregó que cuando se lo contó a su superior, el imputado, segundo jefe de la Base Naval, Justo Ignacio Ortiz, éste le informó que su función “era cuidar la salud de esos detenidos”. A partir de ese momento el testigo volvió a ver el mismo escenario en reiteradas oportunidades.

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